ALEGRES EN LA TRISTEZA

"Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!

El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas."

Habacuc 3:17-19 (NVI)

Cuando todo esta saliendo bien, todo a nuestro alrededor se ve hermoso y optimista, cuando todo sale bien hay una alegría interior que nos invade, euforia y satisfacción por lo que estamos viviendo; Creemos que muchos días buenos nos esperan en Cristo, El Señor nos ha prometido que los días alegres serán más que aquellos días donde las cosas no salen como esperamos.

El profeta Habacuc escribe este canto ante la inminente invasión caldea. Éste testimonio se halla corroborado en 2 Reyes 21-22 donde describe la decadencia moral y espiritual.

Dios levanta a Habacuc en medio de un tiempo donde el pueblo de Dios se había apartado y su incredulidad era lo que gobernaba en los corazones. Pero Dios siempre da respuesta a los hombres cuando todo esta oscuro, cuando pensamos que todo esta perdido y el mal triunfa, nuestro poderoso Dios escucha el dolor y la angustia de nuestros corazones. Aún nuestro suspiro más oculto Él lo escucha.

Salmos 38:9

"Señor, tú sabes lo que anhelo; oyes todos mis suspiros."

Es impresionante como nada se le escapa a nuestro Dios. El nombre Habacuc significa en el Hebreo: Abrazo. Dios es misericordioso con su pueblo y ofrece amor y protección en medio del desierto. Dios nos abrazó a través de Jesucristo, nosotros estábamos desamparados y sin esperanza, Jesús en su misericordia nos abraza para cuidarnos y protegernos. En Él tenemos siempre ese refugio porque no nos condena o nos rechaza, ese abrazo es la gracia que nos cobija y nos perdona de nuestros pecados.

El Señor no te rechaza, Él te abraza porque su Amor es infinito y bueno. Aún cuando estés pasando por el momento más difícil en tu vida Él cuida de ti.

Pero el profeta Habacuc escribe un hermoso canto. Leemos:

"Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos;"

Si analizamos la palabra que más se repite es "aunque" es interesante ya que ésta siempre introduce una oración en la que se indica una dificultad real o posible. Dicho esto significa que a pesar de estar en una condición podemos tener una acción consecuente.

Lo que el profeta comienza a recitar en estos versos es que "aunque" la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides etc., él tenÍa algo claro en su vida, lo material es importante, nuestras finanzas, la salud, nuestros trabajos, negocios, la alimentación y cualquier otra área de nuestras vidas, él cita aspectos importantes que eran la característica más relevante de que Dios estaba con su pueblo.

Pero "aunque" no haya nada de esto, "aunque" hoy tu situación sea difícil, "aunque" tu dictamen médico no sea el más alentador, "aunque" estés en diversas dificultades y deudas y no veas la promesa cumplida en tu vida.

Él recita:

"aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!

El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas."

Aunque todo esto falte en su vida él se alegraría en El Señor, Habacuc tenía claro que su Amor y su Abrazo de misericordia estaban por encima de las posesiones materiales. Su alegría no dependía de lo exterior sino de poner su confianza en Dios.

La confesión del Profeta nos lleva a profundizar que él era un hombre que conocía a Dios y lo plasma en su canto, los títulos que describe de Dios nos dan la base para comprender que era un hombre que sabía que Dios a pesar de su condición no lo dejaría para siempre en esa situación de escasez.

Yo me regocijaré en El Señor Jehová o Yahweh. El nombre que Dios le reveló a Moisés y que guío a Israel por el desierto y cumplió las promesas. Habacuc aquí no solo menciona el nombre sino que recuerda y hace memoria del Dios que liberó a Israel de Faraón y Egipto.

¡me alegraré en Dios, mi libertador! Literalmente El Dios de mi salvación, nuestro Jeshua, nuestro Salvador "Jesucristo". Aunque Habacuc no conoció al Señor, su confesión profética nos lleva a poner nuestros ojos en Jesús y a alegrarnos en Él ya que su victoria en la cruz nos dio eterna victoria sobre la adversidad.

El Señor omnipotente es mi fuerza; En Hebreo EL-SHADDAI o EL Dios Todopoderoso. Dios se revela a sí mismo como EL DIOS TODOPODEROSO, los patriarcas antes de la ley de Sinaí lo usaron para referirse a Él. Es nombrado así en mayor frecuencia en el libro de Job, donde Shaddai aparece treinta y una veces. El nombre Shaddai significa principalmente El que fortalece y satisface a su pueblo. Su nombre es, el que es suficiente para todo.

Dios tiene el poder de suplir mis necesidades y transformar mis circunstancias difíciles en bendición. Él es nuestra fuerza, ¡cobra ánimo y alábale!

Habacuc nos enseña una gran verdad en su canto, no es un poema de un hombre desolado, derrotado o resignado ante las circunstancias que lo aquejan. Es más bien una declaración de fe y confianza. Aunque hoy no veamos el fruto y las cosas no anden bien, nosotros nos regocijaremos en nuestro Señor y Salvador, que tiene el poder porque Él está con nosotros.

Nos alegraremos en Él. Aunque no veamos hoy la respuesta, alégrate en su amor y misericordia porque no estás desamparado. Él es tu esperanza.

La fe de Habacuc no estaba puesta en la circunstancia, estaba puesta en lo grande y poderoso que es Dios. Nuestro Dios tiene todo el poder para cambiar tu situación actual, solamente alégrate en Él, alábale, regocíjate porque Él te abraza. Habacuc no se sentía solo, él sabía que nuestro Dios lo cuidaba y abrazaba en medio del desierto.