
Vivimos en momentos de incertidumbre y peligro, cada día nos vemos enfrentados a noticias y circunstancias que nos hacen ver lo frágiles que somos los seres humanos.
Plagas, virus, violencia, enfermedades y catástrofes nos rodean cada día, todas estas situaciones nos acorralan y nos llenan de temor, sentimos que de una situación pasamos a otra y pensamos que caemos vertiginosamente en un espiral de nunca terminar.
La vida no es plana, más bien es un sinnúmero de valles, montañas y mares, a veces hermosos y calmados o en otros casos agitados y muy peligrosos. En cualquier caso nosotros estamos en medio de tormentas y momentos en los que sentimos que todo se nos sale de las manos.
Nuestras inseguridades salen a flote cuando lo que nos daba seguridad ya no está, te sientes vulnerable cuando de un día para otro pasas del pináculo del éxito o la fama a un momento donde te sientes ignorado y olvidado, o cuando esa promesa que Dios te ha dado tarda en cumplirse. El silencio y la incertidumbre se apoderan de nuestro corazón haciéndonos sentir solos y sin un rumbo fijo.
A Dios lo puedes conocer, pero jamás lo podrás comprender. Dios ha revelado a través de su creación y su palabra quién es, pero no lo puedes entender. Sus caminos son más altos que los tuyos y sus pensamientos no son los tuyos.
Isaias 55:8-9
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Tal vez lo que hoy estés viviendo no es fácil, posiblemente sientes que tu vida es un laberinto en el cual llevas mucho tiempo sin encontrar la salida, la confusión te agobia mientras el calendario y el reloj avanzan sin una respuesta.
Lo más valioso de todo es entender que El Señor promete protegerte en todo tiempo. A pesar de los mares, los valles o las tormentas Él se ha comprometido a estar contigo y no dejarte solo. En Él está tu refugio.
Salmo 91:4
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
Qué hermosa alegoría, Dios nos enseña que su protección es como estar refugiado bajo las alas de una madre que cuida a sus polluelos. Las aves saben que sus crías pueden estar completamente seguras bajo sus alas, en ellas encuentran amor, protección, calor y un lugar que los aleja de todos los peligros.
Nuestro refugio está bajo sus alas, El Señor quiere que corras bajo su protección en los momentos difíciles, sus alas están abiertas para protegerte. Jesús promete cubrirte y su cobertura es una cobertura de Amor y eterno resguardo, no corras a refugiarte en el hombre, corre a Jesús, él te libra de todo peligro y promete darte cálido amor mientras pasa la tormenta.
Sus fieles promesas son tu armadura y protección. Puedes estar seguro que cuando te refugias en su presencia, sus promesas se volverán una armadura fuerte que será escudo de protección. Por eso no temas, Jesús es tu refugio.
Por más difícil que sea tu situación refúgiate en Él, su protección y cuidado te sustentarán en todo momento, adóralo mientras sus alas te cubren, declara la palabra, confía 100% en las promesas de nuestro Dios. La tribulación, la tormenta o el tiempo difícil pasará.
Hoy escóndete bajo su amor, no luches en tus fuerzas tratando de sobrellevar tu situación, ríndete a su Amor incondicional, deja que Él te libere del miedo que te está amedrentando.
No hay lugar más tibio y lleno de Amor, que estar bajo sus alas.
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