No sabemos a ciencia cierta cuándo llega esta palabra a nuestras vidas, "miedo", creo que cuando la pronunciamos o pensamos pasan por nuestra mente un sinnúmero de situaciones, experiencias y episodios que de solo traerlas a la memoria producen en nosotros un escalofrío o una situación de impotencia que nos lleva a pensar en qué momento comenzamos a tenerlo.
Respóndete esta pregunta:
Si no tuviera miedo a:_______________________________________ sería capaz de:______________________________________
Increíble, ¿verdad? si no tuviéramos ese miedo tal vez nuestra vida hubiera dado un giro diferente, posiblemente seríamos más valientes, más arriesgados o enfrentaríamos los desafíos de una manera distinta.
Lo cierto es que el miedo es un sentimiento de incertidumbre y de alerta para prepararnos a la huída o al ataque ante un peligro que percibimos. El miedo es una reacción negativa que nos hace pensar y ver lo peor.
Nacemos con el miedo. Los psicólogos han concluido que tenemos miedos innatos y miedos aprendidos, los innatos son aquellos con los cuales nacemos, en este caso un gran porcentaje concluye que son 2, el miedo a caer y el miedo a los sonidos fuertes. Otro grupo de psicólogos hablan de 5, pero aquellos que concuerdan es en los dos mencionados anteriormente.
El miedo a caer se desarrolla aproximadamente entre los 6 y 12 meses cuando el cerebro comienza a entender la profundidad de los espacios y a comprender el vacío; y el miedo a los ruidos fuertes se desarrolla casi que al nacer, un sonido extraño y sorpresivo es una amenaza posible, entonces viene el llanto y esa sensación en la cual nos sentimos acorralados e impotentes.
Los miedos aprendidos son aquellos que comienzan a subirse a nuestro bus de la vida, se suben sin avisar y prometen quedarse y acompañarnos en todo nuestro trayecto mientras estemos vivos.
Algunos nos acompañan desde nuestra niñez, el miedo a estar solos cuando nuestros padres se iban a dormir y nos dejaban en ese cuarto que parecía una mansión sola y fría, tal vez tus miedos llegaron cuando en la piscina del paseo familiar casi te ahogas, cuando perdiste a un familiar amado, cuando viste tu primera película de terror o cuando ese familiar o amigo se sobrepasó contigo.
Los miedos llegan sin avisar y propuestos a quedarse para siempre. ¿Cuáles son esos compañeros (miedos) de viaje que se subieron al bus de tu vida y te atormentan a diario?
Mateo 14:27
"Pero Jesús les dijo en seguida:
—¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo".
EL Señor Jesús repite aproximadamente 146 veces en los evangelios la frase "no tengas miedo". Él sabe que los seres humanos somos vulnerables y frágiles ante nuestros miedos.
Jesús conoce lo que te paraliza, sabe que ese acompañante no debe estar en tu vida.
Proverbios 29:25
"El temor del hombre pondrá lazo; Más el que confía en El Señor será exaltado."
Jesús sabe los efectos tan devastadores que el miedo hace en tu interior por eso lo repite y no solo a través de los evangelios, aproximadamente en toda la Biblia la palabra "no tengas miedo". esta más de 350 veces y ¿con qué fin? El Señor quiere que comprendas que Él está contigo y que su presencia echa fuera todo lazo de miedo y pánico en tu vida.
El Señor promete estar contigo en todo momento, y si Él es con nosotros, ¿quién contra nosotros? Romanos 8:31. No hay nadie que te pueda enfrentar para hacerte daño, su poder y fuerza están contigo en todo momento y circunstancia de tu vida. Tan solo debes confiar que su misericordia te sostiene en esos momentos donde el miedo quiere acorralarte.
El Señor Jesucristo venció en la cruz al poderío de satanás contra tu vida, el miedo ya no te podrá controlar porque Jesús ha prometido cuidar de ti, en Él eres más que vencedor, eres victorioso sobre el miedo.
No te dejes saturar la cabeza con pensamientos pesimistas y negativos, el miedo es el veneno favorito del diablo para que tú te doblegues una y otra vez ante él para que sucumbas ante sus prisiones, Cristo vino a darte victoria, a darte no solo salvación sino también liberación de tus miedos.
Cuando sabes que estas en Cristo, sabes que estás en una condición de ventaja, de superioridad porque sabes que Él te defiende, si Jesús prometio cuidarnos entonces debemos tener por sentado que nada nos faltará.
Cada vez que vengan los pensamientos o los sentimientos de miedo, párate fuerte en las promesas y proclama con tu boca que Jesús es tu guardador y que Él te defiende ante cualquier ataque en tu vida.
El miedo crece porque el que es padre de mentira inflama sus engaños mostrándote un futuro oscuro y catastrófico, su especialidad es envenenar tu corazón diciéndote que nada vale la pena, que no tienes fuerza y que su amenaza es cada vez mayor.
La angustia y el miedo se disiparán como la niebla siente el sol en la mañana, sus poderosos rayos atraviesan la bruma y la esparcen hasta hacerla desaparecer. El miedo no debe resignarte a vivir en las sombras, es Cristo con su obra redentora que llevó tus prisiones y vivir a su luz.
Proclama su palabra y confía que el miedo huirá cuando mires a Jesús y su amor por ti, entonces resplandecerá tu corazón y serás invencible.
Es hora de despojarte de esas cadenas de temor que vives arrastrando por años, aquellas cadenas que hacen tus pasos pesados y lentos, los mismos que hacen que tu victoria y conquistas estén cada vez más lejanas. Jesucristo te dio libertad, es tiempo de resplandecer.
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